Una del Oeste (5/8)

En 1853, en el Condado de Dubuque (Iowa), nace Enzo Schröder. De ascendencia alemana, como una gran mayoría de los habitantes de Iowa, un tercio de su población.

Enzo tiene 34 años y es un tipo serio, reservado y muy respetado por sus muchachos. Es un líder innato y antes de dedicarse al trasporte de reses ha trabajado como hombre de la Ley. Ha sido el sheriff de un par de localidades y también trabajó, durante un tiempo, como agente del gobierno.

En 1877, en un incendio accidental mueren su esposa y su hijo pequeño, Enzo se encierra en sí mismo y cada día está más hundido. Ha entrado en una depresión que parece incapaz de superar. Ya no está interesado por su trabajo y comete algunos errores. Cada vez está más aislado, rehuye a la gente, se está convirtiendo en una persona huraña y muy asocial.

            Un día de marzo del 79 aparece por el pueblo el capataz de un grupo de vaqueros que transporta tres mil reses. Lleva consigo a uno de sus vaqueros herido. El día anterior mientras conducía una res extraviada una serpiente de cascabel ha asustado a su caballo y se ha roto una pierna en la caída. El capataz deja a su vaquero con el médico para que se le cure la fractura, le recogerá a la vuelta, pero necesita a alguien que lo sustituya. Enzo ve en ello la posibilidad de dar un giro a su vida y se contrata como vaquero. 

            Se vuelca en el trabajo y destaca por su eficacia y buen hacer. Se está labrando un nombre en el mundillo de las reses, es noble y muy buen trabajador. Al cabo de cinco años ya es capataz y tiene su propia cuadrilla.

Tiene dotes de mando y está acostumbrado a dirigir hombres de toda especie y condición. Es un hombre justo y capaz de tomar las decisiones apropiadas sin miedo a asumir responsabilidades.

El foreman (capataz) comandaba el grueso del ganado. El grupo de vaqueros que llevaba el ganado debe soportar viento, lluvia, arena, barro, insectos y serpientes. Es necesaria una figura que asigne las guardias nocturnas y el resto de tareas, tome decisiones en los momentos difíciles, elija la mejor ruta y mantenga el orden y la cohesión del grupo.

A mediodía, el ganado era dejado para que pastara libremente, mientras el capataz avistaba el Chuck wagon en el lugar preestablecido para el descanso y el almuerzo.

La manada y los caballos tenían que pasar por lugares que fueran regados por lagos naturales, ríos y otras fuentes de agua. Para el reabastecimiento, sobre todo en los inicios, había pocos lugares y distantes entre sí. El Chuck wagón debía ser cuidadosamente aprovisionado para no sufrir escasez, no se desperdicia nada y lo que tienen en abundancia es la carne fresca.

Después de recorrer entre 15 y 25 kilómetros en una jornada, al anochecer, los animales eran dejados a su aire, para que pastaran o bebieran de un arroyo cercano. Después de la cena, quienes tenían asignada la vigilancia del ganado, en turnos de dos horas, realizaban su guardia. Los que tenían tiempo libre se reunían alrededor de una fogata para contar y escuchar historias, también eran frecuentes las chanzas y las bromas. Si alguno de ellos sabia tocar algún instrumento (guitarra o armónica los más habituales), pasaban buenos ratos cantando durante las tardes tranquilas antes de retirarse a sus sacos de dormir para una noche de descanso, siempre que no tocara guardia. Enzo toca la guitarra, la tiene en la carreta para utilizarla en un rato y desconectar así de una larga jornada de trabajo.

Durante las tormentas los vaqueros se disponían en círculo alrededor del ganado para infundir a las bestias tranquilidad. Uno de los eventos más temidos de la travesía era la estampida, podía provocar que las bestias se esparcieran a toda velocidad en cualquier dirección. Cuando esto ocurría lossalían tras los animales, para rehacer la manada y retornarlos al lugar; era una tarea de gran coraje y destreza por el riesgo de poner sus vidas en peligro, en caso de ser arrollados por los animales, podía significar la muerte para caballo y jinete. Una estampida podía provocarse por una tormenta, el ataque de un animal salvaje, ruidos inesperados o incursiones de los amerindios.

“Mientras le miraba, el animal saltó en el aire, golpeó el suelo con un poderoso porrazo y lanzó un chillido como un cerdo. Esa era la señal. Toda la manada estaba en movimiento- y dirigiéndose hacia mí. Mi caballo dio un brinco, se desató y se fue. Apenas tuve tiempo de subir a una encina. El ganado iba como un huracán, golpeando los árboles con sus cuernos, nos tomó toda la noche juntarlos”. (Testimonio de un vaquero)

Cuando acababa la travesía, el ganado era dejado en su nuevo rancho o en vagones para su viaje por tren a los puntos de distribución. El punto final de las rutas hizo surgir ciudades que se hicieron famosas en las historias del viejo oeste: Abilene y Dodge City, en Kansas; Sídney y Ogallaba en Nebraska; Chenney, en Wyoming.

La multitud de individuos que vivían de esta actividad económica, y otros visitantes, se reunían en esos lugares. Entre ellos, además de los aguerridos cow boys, se incluían apostadores, cazadores de búfalos, transportistas, soldados, camorristas, timadores, prostitutas, etc.

Entre las rutas más regulares de arreo de ganado estaban:

  • Ruta Chisholm, de San Antonio, Texas, a Abilene, Kansas.
  • Ruta del oeste, desde Bandera, Texas, a Ogallala, Nebraska.
  • Ruta Goodnight-Loving, desde Fort Concho, Texas, a Pueblo, Colorado

Las películas mencionadas son aquellas que, como Enzo, son protagonizadas sheriffs, agentes del gobierno o capataces.

* Solo ante el Peligro (1952): Dir: Fred Zinnemann; Int: Gary Cooper; Grace Kelly, Thomas Mitchell, Lloyd Bridges…. Magistral dominio del Tempo con soberbias interpretaciones, Gary Cooper está inmenso en uno de sus mejores papeles. Trata sobre el individualismo, la responsabilidad y el cumplimiento del deber en una sociedad cobarde. Will Kane (Cooper) acaba de casarse y planea su nueva vida en la ciudad, pero, de pronto corre la noticia de que un criminal que atrapó hace tiempo ha salido de la cárcel y viene a vengarse. El tiempo corre lentamente y parece que nadie está por la labor de ayudar al sheriff. Entre otros muchos premios cuatro fueron los Oscar: Actor (Cooper), montaje, Bso drama y canción de Dimitri Tiomkin.

* Centauros del Desierto (1956): Dir: John Ford; Int: John Wayne, J. Hunter, Natalie Wood, Vera Miles. Violento western con muy buen ritmo, Otra gran interpretación de Wayne muy lejos de su imagen patriótica. Un hombre parte en busca de los indios que se llevaron a su sobrina. Una auténtica obra maestra del género que contiene algunos de los momentos más emotivos nunca vistos y una de las mejores interpretaciones de John Wayne. Ford demuestra su derecho a estar entre los mejores con un relato fuerte, amargo y poético.

* Río Bravo (1959) Dir: Howard Hawks, Int: John Wayne, Dean Martín, Ricky Nelson, Angie Dickinson, Walter Brennan… El sheriff Chance (Wayne) encarcela por asesinato al hermano de un poderoso terrateniente que intentará liberarlo por todos los medios. Chance cuenta con la colaboración de un alcohólico (Dean Martin) y un viejo tullido (Walter Brennan), a los que se une un joven y hábil pistolero llamado Colorado (Ricky Nelson). Legendario western de manos de un artesano del cine.

* Valor de Ley (1969): Dir: Henry Hathaway, Int: John Wayne, Glen Campbell, Kim Darby, Robert Duvall, Dennis Hopper,… Una obstinada y valiente joven contrata a un viejo, alcohólico y tuerto agente del gobierno para capturar al asesino de su padre. John Wayne consiguió el Oscar.

* Valor de Ley (2010): Dir: Joel y Ethan Coen Int: Jeff Bridges, Hailee Steinfeld, Matt Damon, Josh Brolin,… Un remake de la anterior en la que el personaje de Rooster Cogburn es interpretado por Jeff Bridges. Solo los genios saben hacer lo mismo pero de otra manera ‘Valor de ley’ es una copia de la anterior de Hathaway pero de un modo completamente distinto. ¿Cuál es mejor?…  Las dos. 

* Duelo de Titanes (1957): Dir: John Sturges, Int: Burt Lancaster, Kirk Douglas, Rhonda Fleming,… Interesante duelo interpretativo Lancaster/Douglas para narrar el enfrentamiento en el OK corral. De las mejores versiones de la legendaria historia.

* Chisum (1970): Dir: Andrew V. McLaglen, Int: John Wayne, Forrest Tucker, Ben Johnson… Partiendo de la nada Chisum llega a ser propietario de un enorme rancho. Western flojo con un Wayne que no estaba en su mejor momento.

* Veracruz (1954): Dir: Robert Aldrich, Int: Gary Cooper, Burt Lancaster, Denise Darcel, Sara Montiel, Ernest Borgnine, Charles Bronson,… Napoleón III impone a Maximiliano como emperador de Mexico y los juaristas se rebelan. Dos americanos (Cooper y Lancaster) se ofrecen al mejor postor lo que les lleva a conocer a una hermosa juarista (Montiel) y una condesa francesa (Darcel). Película que hay que ver y que tiene como aliciente la participación de una joven Sara Montiel en su aventura americana.

* Appaloosa (2008): Dir: Ed Harris, Int: Viggo Mortensen, Ed Harris, Renée Zellweger, Jeremy Irons, Ariadna Gil,… El sheriff Virgil Cole (Harris) y su socio (Mortensen) han de pacificar la ciudad de Appalosa que está dominada por un despiadado ranchero (Irons). La cosa se complica con la llegada de una atractiva viuda (Zellweger). Ed Harris también participa en el guión de este sobrio western. Buenos diálogos y personajes imprevisibles con otra española en el reparto. Se nota que Ed Harris es un fan del género.

*  Se mencionan algunas películas del oeste destacables, no están todas las que son, pero si son todas las que están.

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Chuck Wagon Andrea Miniaturas: El Capataz

            De nuevo una figura con despiece sencillo, piernas cuerpo y cabeza, los dos brazos, el sombrero y la pistola en su cartuchera.

            Viste camisa verde con pechera de doble abotonadura, pantalón negro, sobrio sombrero marrón oscuro y pañuelo rojo al cuello.

            Sobre los pantalones lleva unos zahones o chaparreras, revestimiento resistente, de cuero, para las piernas que carecen de asiento y entrepierna.

            La figura está apoyada en la rueda del carro, charlando con Brendan y Louis y fumando un cigarrillo en el que se ha imitado el humo con unas finas hebras de algodón. 

 Alejandro Labourdette